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jueves, 18 de julio de 2013

La Trinitaria

Las luchas de ayer de los dominicanos fueron por ideales de independencia, las de hoy son en contra de la corrupción, la impunidad y el abandono  de los pobres


POR LLENNIS JIMÉNEZ

Sus ideales fueron la libertad, la independencia y la soberanía. Fue fundada a las 11:00 de la mañana del 16 de julio de 1838, en una casa sencilla. Con ella se inicio la lucha contra la invasión haitiana en el territorio dominicana, cuatro años antes de que se lograra la independencia de la República Dominicana.
Sus ideólogos, nueve hombres que como ellos ya no aparecen en el mundo, se reunieron en una vivienda sin lujos en la calle del Arquillo, número 155, ahora denominada Arzobispo Nouel, para realizar la hazaña. A la cabeza estaba el patriota Juan Pablo Duarte.

 Los trinitarios plean las estrategias a seguir.

La Trinitaria era una sociedad secreta. Sus integrantes fueron Juan Pablo Duarte, Juan Isidro Pérez, Pedro Alejandrino Pina. Félix María Ruiz, José María Serra, Felipe Alfau. Juan
 Nepomuceno Ravelo, Benito González y Jacinto de la Concha. Se unieron en grupos de tres miembros.
La propietaria de la cada era doña Josefa Pérez de La Paz, conocida como Chepita, madre del trinitario Juan Isidro Pérez.

La misión de los trinitarios era accionar en buscar de librar a los dominicanos de la dominación haitiana y para eso, era necesario crear conciencia en el pueblo. La ocupación haitiana que se inició en Santo Domingo el 9 de febrero de 1822, bajo el mando del general haitiano Jean-Pierre Boyer. Permaneció durante 22 años. 
Terminó el 27 de febrero del 1844, día en el que los dominicanos proclamación su Independencia Nacional y dio paso a la Primera República.


La Trinitaria fue respaldada por la sociedad La Filantrópica, ambos movimientos clandestinos. También fue fundada por los trinitarios, para difundir más rápido las ideas independentistas, con el lema  “Paz, Unión y Amistad”. El drama fue una pieza clave para propagar el pensamiento de estos jóvenes, ya que Duarte sabía la eficacia del teatro en las luchas revolucionarias, como lo aprendió durante sus años de estudios en España.

Como se ve, las relaciones con Haití, pese a estar ubicada en la mitad del territorio de la isla La Española (nombre que desapareció con la Independencia dominicana), han estado marcadas por una guerra encarnecida.

Los dominicanos han vivido invasión, tras invasión. Los trinitarios surgen hastiados de la ocupación, incluso de la española. Para ese tiempo, se vivía la época denomina “La España Boba", entre 1809 y 1821, cuando España se desintereso de la Santo Domingo, a la que consideraba Colonia, debido a que estaba guerra con Europa y perseguía territorios más ricos en México, Centroamérica y Sudamérica, esto así porque en Santo Domingo se agotaron las riquezas que los atraían y las que se había llevado.

Independencia Efímera. Aquí se apresuran los deseos de declarar el territorio dominicano libre de ocupación por parte de un sector, pero no resultó posible. Fue proclamada por el joven abogado José Núñez de Cáceres, el 1 de diciembre de 1821. Apenas duró dos meses y ocho días hasta el 9 de febrero de 1822. De ahí, el nombre de Independencia Efímera.

Núñez de Cáceres dirigió el proceso junto a comerciantes y hateros. No le consiguió apoyo del libertador venezolano Simón Bolívar dentro de los países que formaban Gran Colombia, ya que en ese momento Bolívar luchaba en Ecuador contra los españoles.

Frustrada la Independencia Efímera, Boyer aprovecha para tomar a Santo Domingo el 9 de febrero de 1822 y por 22 años. Esta ocupación terminó con la Independencia Nacional el 27 de febrero de 1844.

Juan Pablo Duarte era joven, educado, un auténtico nacionalista, y el hombre que ayudó a dirigir e inspirar la Guerra de la Independencia de 1844. Duarte, junto con varios liberales dominicanos fundó una sociedad secreta en 1838 llamada La Trinitaria. Fue nombrada así porque sus nueve miembros originales se habían


Juramento. Los trinitarios necesitaban seguidores, por eso, se desplazaron a los distintos pueblos a sumar fuerzas y conquistar a jóvenes deseos de libertad. 

El juramento de los trinitarios evidencia el fervor de sus integrantes: “En el nombre de la Santísima, Augustísima e Indivisible Trinidad de Dios Omnipotente, juro y prometo, por mi honor y mi conciencia, en manos de nuestro presidente Juan Pablo Duarte, cooperar con mi persona, vida y bienes a la separación definitiva del gobierno haitiano y a implantar una república libre, soberana e independiente de toda dominación extranjera, que se denominará República Dominicana; la cual tendrá un pabellón tricolor en cuartos encarnados y azules atravesado por una cruz blanca. Mientras tanto seremos reconocidos los Trinitarios con las palabras sacramentales Dios Patria y Libertad. Así lo prometo ante Dios y el mundo. Si tal hago, Dios me proteja, y de no, me lo tome en cuenta; y mis consocios me castiguen el perjurio y la traición si los vendo”.

Después de muchas luchas, invasiones, ocupaciones por parte de España, Francia y Haití, y con el enorme aporte de La Trinitaria, los dominicanos consiguieron su Independencia, el 27 de febrero de 1844. Veintisiete hombres, intelectuales, idealistas, políticos, militares, quienes son recordados como patriotas en esa guerra, entre ellos, Juan Pablo Duarte, Francisco del Rosario Sánchez, Matías Ramón Mella, Juan Isidro Pérez, Pedro Alejandro Pina, Jacinto de la Concha, fundador y miembro de La Trinitaria, Félix María Ruiz, así como los demás trinitarios, médicos, maestros, campesinos, obreros y todos los dominicanos que dieron su vida por la libertad de nación.


Hoy, la invasión, la ocupación y la dominicana de la República Dominicana cuenta con la complicidad de los políticos, que forman movimientos para conseguir dinero del Presupuesto de la nación; para repartirse el botín de los impuestos que pagan la mayoría, dígase los pobres.
Y qué decir de las amenazas, que ya no son por extranjeros, sino por los funcionarios que se roban presupuestos de las instituciones que dirigen, mientras la población, desprotegida, enfrenta inseguridad ciudadana, ataques de delincuentes y malvive en medio de un mercado imparable de las drogas, el desempleo, los costos de los alimentos; sufre por la mala calidad en los servicios de salud, educación, agua, energía eléctrica y todo tipo de atención social. 

En tanto, la corrupción en las instituciones privadas y del Estado campea, y los políticos se hacen cada vez más ricos con el dinero del pueblo, sin nadie que los castigue. La justicia se hace cada vez más ciega, el Ministerio Público sigue atado a las decisiones del Gobierno, que lo frena para no perseguir a los corruptos. Del otro lado, los pobres comen con salarios de miseria y pierden las escasas representaciones con que cuentan para exigir suelos que compensen sus cada vez más apretadas jornadas de trabajo. 
Así, los legisladores legislan para ellos, para tener sueldos de príncipe y beneficios exorbitantes y vida de reyes, mismo tren en el que se están montando los jueces.

¡Faltan muchos Juan Pablo Durarte!!!!!!!!!!
Muchos trinitarios que les duela su Patria y que luche por una menor vida de sus ciudadanos.




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